Sheila's Blog

De mi casa muy cerca estuviste, Mis sueños y  mis lágrimas sufriste. Un amigo por años es verdad, Me ayudaste en gran necesidad. Pero qué triste se ve ahora la evidencia, que amigo fuiste sólo de apariencia. El día  en que mi vida terminó, Que no fuiste fiel amigo supe yo. Andando juntos por el mundo terrenal, Jamás me hablaste de la vida espiritual. Nunca me dijiste cuán perdido fui, Ni tampoco que Jesús murió por mí. No hagas ahora lo de tiempo atrás, Haz todo lo que puedas, avisa a los demás, y suplícales mientras estén contigo, Que nunca vengan a sufrir conmigo. - El poema habla por sí mismo, creo que no hay más que agregar.  Hagamos lo que podamos mientras tengamos tiempo. - Ref. Tomado del libro "Lo único que no podrás hacer en el cielo" escrito por Mark Cahill.

Fue en una tarde de agosto mientras me retiraba del trabajo el día en que a través de la lluvia aprendí una lección.  Caminaba hacía la parada del bus, de pronto la lluvia empezó a aumentarse.  Me encanta la lluvia, en cierto modo me relaja, esto no quiere decir que mojarme sea uno de mis hobbys, pero esa tarde por alguna razón decidí caminar bajo la lluvia; era viernes y bueno aunque no llevaba un paraguas, los viernes suelo tomar el día de manera distinta así que no me molesto hacerlo.  Mientras caminaba pude ver como muchas personas se quedaban atrás, algunos no llevaban paraguas por lo que preferían quedarse en los edificios y ver como los que sí llevaban llegaban antes a sus destinos.  Por otra parte los que llevaban paraguas aunque no paraban su camino, iban a un paso lento ya que a pesar de llevar algo para protegerse de la lluvia temían mojarse o que al caminar tropezaran con la sorpresa de haberse parado en un charco, en mi caso eso no me afectaba, ya estaba suficientem