y... ¿Cómo es el Cielo?

Era una fría y cálida noche de febrero.  Mientras dormía, pude ver un hermoso paisaje. Recuerdo tan presente ese bello lugar, era tan hermoso que no podría describirlo con mis palabras. Lo único que pude ver fueron mis pies hundirse en la arena, era de un color marrón y se veía tan limpia, cubierta por un inmenso mar pintado de un azul intenso y al mismo tiempo era agua tan fresca y cristalina. No había nada más, solamente yo y ese precioso lugar. Al despertar fue una pesadilla ya que quería volver, hasta el día de hoy cada vez que cierro mis ojos imagino ese lugar, quiero regresar...

Esa noche me dejó pensando en muchas cosas, entre todo, la vida. Más que eso pensé, y ¿cómo es el cielo?, para ser sincera nunca he conocido un lugar tan bello como en el que estuve en mi sueño, aún así estoy tan segura de que el cielo no se compara para nada, quizás vi un lugar parecido al cielo o todo fue producto de mi imaginación. 

Sea como sea, el cielo existe. Existe una vida después de la muerte y es eterna. Invertimos tanto tiempo en estudiar, trabajar y otras cosas que olvidamos que el día que dejemos la tierra eso no valdrá nada, no importará lo que hicimos por nosotros, sino la  huella que dejamos en la vida de los demás, las sonrisas que sacamos y la decisión que tomamos respecto a la vida eterna. Que el mundo diga lo que quiera, yo creo en la eternidad, el día que mis ojos se cierren aquí, mis ojos se volverán a abrir en un hermoso lugar donde tengo la esperanza de poder ver de cerca a Dios y quizás ese lugar podría ser como el que visité aquella noche de febrero...

Sheila Godoy