¡¡Ya pagaron!!... y ¿cuánto falta para la quincena?

Recuerdo mis primeros días de trabajo, la felicidad de recibir el primer salario, el ver tu estado de cuenta y sorprenderte de haber recibido tanto por primera vez, también recuerdo la mala administración que tuve en aquel entonces... claro, tan sólo tenía 17.   Mi papá siempre nos enseñó desde pequeños acerca de administrarnos, a penas tenía 8 años y tuve mi primer trabajo como contadora en el negocio de mis papas, mi trabajo era contar el dinero que se recibía en el día y escribirlo en un cuaderno junto con los pagos que se hicieron (incluyendo mi salario por supuesto). 

Esa es otra historia pero es un poco más difícil cuando tienes que ponerlo en práctica en la vida real. Muchas personas tienen dos problemas típicos al hablar de finanzas personales, el primero es no saber en qué gastan lo que reciben y el segundo es gastar más de lo que reciben.  Hoy te daré unos consejos simples y sencillos pero que pueden ayudarte si quieres administrarte correctamente. 

1. Haz un presupuesto.  Básicamente el presupuesto es identificar tus ingresos y proyectar tus egresos ordenándolos adecuadamente para conocer cómo serán distribuidos, claro que en esto la clave es tener dominio propio y cumplir lo que estableces, además el presupuesto te dará una idea de en qué gastas menos o más y una de las ventajas es que no se te pasará por alto ningún pago fijo. 

2.  Identifica tus gastos.  Es cierto que uno de los grandes problemas es no saber como o en qué gastas lo que recibes, leí un libro que daba una idea y me parece muy buena y es que cada vez que gastes en algo guarda en una cajita el comprobante o identifica a qué corresponde, luego puedes tomar todos los documentos y sumar según el concepto.  

3. No gastes más de lo que recibes, ahorra.  Un problema grande en Guatemala es el endeudamiento y lo vemos claramente en la expansión de las tarjetas de crédito en los últimos años, claro que pueden ser una gran herramienta si se saben utilizar correctamente, pero en caso contrario suelen ser un dolor de cabeza para muchos jóvenes y porqué no mencionar también a familias completas que pueden verse afectadas por una mala decisión.  Antes de tener una tarjeta de crédito conoce bien como funciona y pregúntate si puedes manejar la sabiamente. 

Es preferible esperar por algo que quieres y ahorrar poco a poco a darte un gusto con impaciencia y luego pagar las consecuencias, créeme no eres el único que le ha sucedido o le sucederá. Pero más que inteligente por aprender de tus propios errores, sé sabio y aprende de los errores de los demás. 

¡Hasta pronto!
Sheila Godoy


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