"Comparaciones"

La verdad es que, aunque negamos en muchos sentidos la "comparación", todos creo, nos hemos comparado en algún momento de nuestra vida con alguien más, lastimosamente muchas veces el compararnos llega a causar frustración en nosotros mismos y puede llegar a afectar nuestra identidad. Lo cierto es que todos somos únicos.

Quise tocar este tema, porque para ser sincera, he vivido esos momentos, se lo que se siente y se cómo puede afectar en mala manera nuestra vida. En general aspiramos a ser alguien mejor, por lo que no deberíamos intentar ser una nueva versión de alguien más, sino una mejor versión de nosotros mismos. 

La comparación puede darse en muchos sentidos, desde la forma física hasta las actitudes y dones que tenemos, en algún momento llegue a querer poder hacer, ser y tener lo que otras personas pueden hacer, son y tienen.

Dios nos creo especialmente a cada uno y rompió el molde, dicen algunas personascuando te sientes mal por no poder hacer lo que alguien más puede, llegas a menospreciar lo que Dios te dio directa y especialmente a ti.

Te daré un claro ejemplo, yo podría decir que quisiera ser como Christine D'Clario, realmente la admiro. Pero no debería compararme con ella, no podría, porque Dios me hizo distinta, me dio cualidades y dones diferentes a los ella posee y tiene un plan especial para mí. El que yo me comparará con ella y menospreciara quien yo soy, por el hecho que no tengo esa increíble voz y esa manera tan especial en que ella adora, no me menospreciaría solo a mí, sino a mi creador y a los dones que Él escogió con tanto amor para mí. Puedo y aplaudo a lo que ella y todas las personas que me rodean pueden y hacen, pero le muestro mi agradecimiento a Dios siendo yo misma y utilizando mis cualidades para honrarlo.

Cuando intenté ser alguien quien no era, llegue a sentirme vacía, insatisfecha y decepcionada al compararme con otras personas, hasta que busqué en Él mi propósito. Cuando llegas a conocerte y conocer los regalos que Dios puso en ti, empiezas a disfrutar hacer todo y tienes una nueva perspectiva de la vida. Si acaso dices o piensas algo como, pero Sheila ¿Cómo puedo saber que dones tengo, para que nací?

Bueno, te diría, pregúntale a Dios y hazte estas preguntas, ¿Qué te gusta hacer?, ¿Para qué eres bueno? y ¿Cómo puedes utilizar eso para bendecir a los demás?, cuando lo descubras, empezaras a disfrutar ser quien eres. Recuerda, Dios es tu creador y él sabe para que te creó, ten paciencia, se que Él te mostrará poco a poco cada una de esas increíbles cualidades que están en ti, no te compares con los demás, trabaja duro e invierte en el llamado que Dios tiene para tu vida y muéstrale tu agradecimiento cumpliendo con tu propósito.

Con amor,
Sheila Godoy

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