Una palabra para ti, Soltera.

"Mujer, si usted ama como una princesa, ¡asegúrese de no unirse a un sapo!
No todos los sapos se convierten en príncipes con un beso." -T.D. Jakes.-

Fotografía, Edwin Coyoy.
La siguiente publicación fue tomada del libro "Conquista tu matrimonio", escrito por Magie de Cano, una increíble mujer a quién conozco sólo a través de sus palabras, las cuales vienen del corazón, por lo que seguro tiene el corazón de una mujer de Dios. Estoy segura que Dios te hablará de alguna manera a ti, mujer que estas leyendo. 

Nunca le pregunté a Dios sobre la persona que Él tenía para mí, por lo que muchos de mis errores y fracasos vinieron por vivir en independencia de Él. Aunque Dios es especialista en arreglar desórdenes, no quisiera que caminaran por la misma ruta que yo atravesé.

Ustedes deben saber que son valiosas para Dios, son hijas del Rey, no son hojalata, ¡Valen oro puro! Por tanto, no pueden conformarse con menos de lo que Él tiene para ustedes. Dios les da el derecho de elegir al hombre con el cual desean pasar el resto de su vida. No escojan por apariencia, no escojan por dinero o por el simple hecho de tener alguien a su lado. Si se van a casar, elijan al hombre que Dios aprueba. No tomen decisiones apresuradas sin consultarlas con nuestro Padre. 

¿A cuántas jóvenes las ha defraudado el corazón haciéndoles creer que una decisión realmente equivocada es de Dios? ¿Cuántas veces el corazón las ha engañado al enamorarse de muchachos que no eran la elección que Dios tenía para ellas? Jeremías 17:9 dice: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, ¿quién lo comprenderá?. Tu vida sentimental funcionará cuando Dios la apruebe. El matrimonio conlleva una responsabilidad muy grande, porque es una decisión que afectará tu destino, el de tus hijos y nietos. ¡Dios te da el derecho de escoger qué tipo de batallas quieres pelear! No es que el matrimonio sea malo, pero solo funciona cuando ambos, varón y mujer, tienen la misma fe, y cuando el varón que escojas te complementa en espíritu, alma y cuerpo. 

Sólo así se podrá formar un matrimonio en un cordón de tres dobleces que no se rompe fácilmente (Eclesiastés 4:11-12). Alguien muy sabio dijo: "No te cases con la persona con la que piensas que puedes vivir. Cásate con la persona con la cual no podrías dejar de vivir."

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Haz lo que disfrutas... o disfruta lo que haces?

Tu inicio no determina tu final.

Lo que pienso del día del Padre...