Creo en Dios y en la Evolución.

El título de esta publicación pareciera contradictorio.  En realidad no lo es, sí lo ves desde un punto de vista distinto. Hace un par de semanas mientras caminaba por la calle presté atención a una escena, para ser sincera no soy muy observadora pero esto llamó mi atención.  Había un hombre sentado en la entrada de un local cuando una joven pasó frente a él, en realidad no escuché sus palabras pero no creo que hayan sido agradables al ver la reacción de ella. Me molestó la falta de educación y respeto que hubo en ese momento.  Esto me dejó pensando en que a veces nos quejamos de lo que pasa en nuestros países en magnitud grande, cuando en realidad las pequeñas acciones son las que traen grandes consecuencias.

Este es el punto de vista que quiero darle a la evolución.  Sí hablamos de Dios, creo firmemente en su existencia. Sí hablamos de evolución... depende. Sí buscamos su significado encontraremos: "Transformarse gradualmente de una forma a otra". Mi opinión es que sí existe la evolución en las personas, en una forma personal, mental y social, es por eso que aunque fuimos hechos con perfección, nuestra naturaleza es imperfecta. Claramente no es una excusa para no buscar serlo. El buscar ser una mejor versión de nosotros mismos es una evolución.

Cuando buscas la paz, eres generoso, obediente y tienes amor hacía el prójimo, has evolucionado. En cambio, la mala educación, falta de amor e indiferencia ante los problemas de los demás y el mundo son una característica de un genuino neandertal actual jaja.  Existe un manual de vida dónde podemos encontrar una guía que nos lleva a evolucionar como personas... "Estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús." Filipenses 1:6. He llegado a concluir que Dios y la evolución van de la mano, en pocas palabras él es el alfarero y nosotros su barro.