La carrera de la vida.
La vida es una carrera, literal.
El día que nacemos nuestro recorrido da inicio, en el transcurso conoceremos a muchas personas que correrán junto a nosotros, unos cuantos serán parte tan solo por algunos kilómetros y luego no tendremos más que un recuerdo de ellos.
Muchos dejaran la carrera antes de llegar a la meta, quizás sus cuerpos no resistan, otros lograran llegar aunque quizás no disfrutarán del triunfo porque corrieron tan rápido que no tuvieron la oportunidad de ayudar a otros o no tendrán nadie con quién compartir la victoria.
Sí bien la vida trae triunfos, la duración de las victorias es una nada comparada con el recorrido, por lo que debemos aprender a disfrutar del camino. Debemos tomar en cuenta:
1. Darle sentido y propósito al camino. No tendrá sentido llegar a una meta si jamás tuvo un sentido y razón de ser.
2. Disfrutar lo que haces o hacer lo que disfrutas. Son dos cosas muy distintas, pero ambas te llevan a correr mejor la vida. Haz lo que amas y te apasiona o empieza a amar lo que haces, entonces tu actitud cambiará y en consecuencia, tus resultados.
3. Nunca te des por vencido. No importa cuan largo parezca el camino, los obstáculos y dificultades que encuentres pueden destruirte o hacerte más fuerte, eso tu lo decides.
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