Días equivocados, caminos separados.
Este mes ha sido especial, he aprendido muchas cosas nuevas además de experiencias y vivencias en mi vida, al inicio de mayo me plantee un objetivo el cual estaba enlazado con cosas nuevas, hoy no fue la excepción.
Actualmente estoy estudiando el quinto semestre de Auditoria en la Universidad y bueno, todo el proceso ha sido una aventura, pero hoy sucedió algo que en toda mi vida de estudiante jamás me había sucedido. Estos días han sido los últimos antes de finalizar el semestre, las clases terminaron y únicamente tengo que realizar mis exámenes finales para poder concluir con éxito. Hoy, lunes tenía programado el último final del semestre, que manera de iniciar la semana, finalizando...
Me preparé, aunque no lo suficiente para ser sincera, salí del trabajo camino hacía la Universidad, algo apresurada para poder tomar un buen lugar y no llegar tarde al examen subí las gradas al segundo nivel en el salón asignado, para mi sorpresa se encontraba complemente vacío y la puerta estaba cerrada. Hice una llamada y me informaron de mi equivocación, asistí el día equivocado, me apresuré de la emoción o no presté atención al calendario.
Luego no resistí la risa... Pero me hizo analizar en que todos tenemos días equivocados, aunque no a todos nos pase el confundir una fecha o asistir el día que no es a un examen, nos suele suceder en la vida, cuando apresuras las cosas o queremos crecer antes del tiempo establecido puede que nos perdamos en el camino. Debemos prestar atención a la vida y la guía que tenemos o nos puede suceder lo que a mí, Dios dejó establecida la biblia como una guía para vivir, cuando nos enfocamos y basamos en su palabra estaremos bien y confiaremos en que estamos en lo correcto, pero cuando dejamos a un lado la guía para vivir, perdemos el rumbo...
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